viernes, 4 de septiembre de 2009

Se llama Gumara...



y es mi fiel compañera. En algún punto pensé en llamar este blog los "Diarios de mi bicicleta", o "Stories flying a bike", pero como bien señala la prima Lilyán el "Cóndor Volador Inmigrante" tiene una dignidad muy propia. Y una historia... que quizá otro día comparta. El tema de hoy es Gumara. El nombre lo propuso mi querida Mars... y bueno, parece que llegó para quedarse. Me gusta su sonoridad que a la vez tiene algo de rústico. No sé si es por el sonido gutural, pero me hace pensar que se arrastra, que está cercana a la tierra... como toda buena bicicleta debe estar. No obstante el final de la balabra es abierto. Se siente como si al fina en esa última sílaba "-ra" nos catapultara desde la estabilidad de la "-ma-" y por la tracción de la "Gu-" hacia otros horizontes. Me gusta: Gu-ma-ra.


Su origen es incierto. Yo la encontré en un lugar muy particular. Como sabrán, y si no lo sabían se van enterando, Amsterdam es una ciudad en la que el transporte por bicicleta está muy desarrollado.  Situados sobre una gran planicie, tienen algo así como 400 km de carriles para bicicletas (que incluyen estacionamientos, señalización y semáforos especiales para ellas), y diariamente se realizán más trayectos origen-destino en bicicleta que en auto. Osea que se mueve más gente en bici que en carro. Se habla de la copenaghización de Amsterdam. Ello hace que exista una enorme demanda de bicicletas, lo cual dispara el precio hacia las nubes. Una bicicleta nueva fácilmente puede costar 200 euros.

Esta historia nos regresa a Gumara que es una "bicicleta reciclada". En la búsqueda de una bicicleta económica di con un pequeño establecimiento llamado Recycled Bicycles. Es un lugar con una filosofía interesante. El dueño se dió cuenta de la gran cantidad de "desperdicio" que se tira en Amsterdam. Desperdicio en el que muchas veces se encuentran cosas en perfecto estado; o bueno casi "perfecto". Entre ellas bicicletas y partes de bicicletas. Él las busca (muchas veces de manos de la policía) y tomando partes de uno y otro lado reensambla para hacer "bicicletas recicladas". Como Gumara.

Así han empezado las aventuras en Amsterdam sobre mi noble "corsel". No sin alguno que otro susto. Primero, porque de repente no sabía que existen sentidos en las vías de las bicicletas, y tuve que aprender el lenguaje de signos que se usan como luces direccionales. Hay reglas, vaya. Segundo, porque las motonetas no dejan de subirse a nuestros carriles y ya me tocó ver un choque entre motonetas a escasos 10 metros frente a mi. Afortundamente y para tranquilidad de mi madre, es muy seguro andar en bici. Al parecer se registran más asesinatos que muertes por accidentes en bicicleta. Tercero, por la gran cantidad de turistas que ignoran la existencia de carriles para personas (banquetas), bicicletas, tranvías y autos. Felizmente merodean invadiendo todos ellos y poniendo en aprietos a los conductores de bicis que desarrollan una especial habilidad para esquivarlos o asustarlos echándoles lámina, pitazos y mentadas. Cuarto y último, porque la gran demanda y los altos precios, hacen del robo de bicicletas algo de lo más común. Por lo que uno desarrolla una cierta paranoia, que incluye instalar dos candados en la bici: uno en la rueda trasera y una cadena en la delantera que pasa por el marco de la bici y se sugiere se fije en algún poste o rack de bicicletas. Mis candados:

Como sea es una experiencia de lo más placentera andar en bici acá. Debo confesar que es una de las cosas que más me emocionaban de venir aquí. Y la disfruto todos los días. Incluso con los aguaceros repentinos y el viento en contra. Uno desarrolla una habilidad para andar en bici con paraguas. Y si tiene suerte, puede ver un grupo de gansos merodeando por ahí. Y eso, siempre le da un toque especial a la tarde. 
 
 

5 comentarios:

  1. Me llevaste hasta Japón con tu relato. El trabajo de ensamblado de bicicletas abandonadas lo realizaba la comunidad mexicana de lo más quitada de la pena (Bernardo encabezando el Comité de Rescate de Bicicletas Abandonadas, proveedor oficial de ciclas para Mexicanos Recién Llegados). Y sí, es una maravilla tener la opción de transportarte sobre dos ruedas en un lugar que tiene cultura para ello... Imagínate, si en Amsterdam tiene su complejidad, cómo será para los ciclistas en nuestro bienamado Defe!!!

    Felicidades por la habilidad para andar en bici y llevar paraguas! Yo nunca lo logré... tuve que utilizar un impermeable como de bombero (con pantalón y chamarra por separado para que no se atorara la capita en las llantas) que era incomodísimo porque te hacía sudar horrores... (recordar que el hecho por todos los chilangos conocidos de que lluvia es igual a frío, no es el caso en otras latitudes donde la lluvia en verano es caliente!); pero me volví experta en ir al super con backpack y una cajita de cartón amarrada con ligas en la canastilla trasera de la bici, y Bernardo llegó a transportar un refrigerador de una casa a otra jalándolo con uno de esos carritos para maletas con una mano, mientras con la otra tomaba el manubrio.... Se vuelve uno medio cirquero, no? Como tú, tomando fotos para nosotros mientras vuelas en Gumara...

    ¡Enhorabunea! Pronto serán almas gemelas...

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  2. Amigo, siempre he pensado que es màs difícil para el que se queda en algún lugar que para quien zurca cielo y mares con nuevos horizontes frente a él; este último tiene ante sí un mundo no familiar que descubrir e interpretar...

    No obstante, aunque se te extraña, es una melancolía agridulce a sabiendas de que volaste a esos nuevos horizontes en busca de cumplir uno de tus tantos sueños. ¡Bien ganado Güero! (¡bien bajado ese balón!), ¡enhorabuena!

    Saludos a Gumara... y tengan cuidado, a veces los gansos son más agresivos de lo que pinta su andar.

    Un beso

    Ivón

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  3. Gracias, Bombón!

    Compartimos la idea de para quien es más difícil... aunque, debo decir que estos últimos días han hecho falta esos abrazos con sabor a hogar.

    Si algo hay que aprender de este balón-bien-bajado, es que vale la pena perseverar y perseguir los sueños.... no forzarlos: cultivarlos.

    Va por todos!

    Salud! y gracias por el consejo de los gansos... =)

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  4. Tuve una bicla chamada "Cleopatra". En compañía de ella, con mis 11 años a cuestas y mi amigo Armando en los diablos (gordinhas lembranzas)o al volante, rodando las calles de aquel DF aún tolerante con los ciclistas el mundo de cuatro paredes y cuidados maternos, se fué ensanchando. La sensación del viento haciendo volar la cabellera en quellos tiempos abundante, se asemejaba a la mayor de las libertades reclamadas por aquella vida independiente que entonces comenzaba. ¿Que semejansaz habrá entre estas andanzas de Gumara hoy y de aquella Cleopatra ayer aún rodando por los caminos de mis recuerdos? En ambas se avanza...

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  5. Y en ambas se experimenta la libertad... y el mundo se abre.
    Me gustó eso de que el DF (y el mundo) se ensanchaba.

    Acá diría que la bicicleta lo integra a uno... y le da la posibilidad de consumirse en la ciudad. Habitar.

    Saludos

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